Jóvenes caficultores mexicanos: renovando tradiciones para un futuro sostenible
- tantito
- 7 mar
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Actualizado: 21 mar

El cultivo de café en México es una actividad agrícola estratégica que emplea a más de 500,000 productores en 14 estados y 480 municipios, muchos de ellos en zonas de alta marginación. Chiapas lidera la producción nacional con el 37% del volumen, seguido por Veracruz (23.9%), Puebla (21.1%) y Oaxaca (8.2%).
A pesar de su importancia, el sector cafetalero enfrenta desafíos significativos. En el ciclo 2022-2023, se registró una disminución en el volumen de comercialización y una baja en la calidad del grano, atribuida a la escasez de mano de obra centroamericana, el aumento de la inseguridad y los efectos del cambio climático. Esta situación resultó en menores cosechas, mayores costos de recolección y una caída en los ingresos de los productores. Las exportaciones de café verde descendieron de 89.4 millones de dólares en junio de 2022 a 62.7 millones en junio de 2023, una reducción del 29.86%.
Ante la falta de mano de obra, las familias cafetaleras de Chiapas han encontrado una oportunidad de autoempleo. Los hijos e hijas de los caficultores mexicanos, criados en los cafetales, están asumiendo el relevo generacional, aportando innovación y liderazgo al considerar el cultivo como una herencia y una opción económica sostenible para sus familias. Estos jóvenes participan en todas las etapas de la cadena productiva, desde el mantenimiento hasta la transformación del grano mediante procesos húmedos y secos.
La creciente demanda de café certificado ha impulsado a estos jóvenes a desempeñarse como técnicos comunitarios en los controles internos de las organizaciones, esenciales para mantener certificaciones que abren puertas a nuevos mercados. Además, han establecido pequeñas agroindustrias de café tostado y molido para su venta directa al público, reduciendo la brecha entre el productor y el consumidor final. Esta participación juvenil genera ingresos familiares, crea empleos, fortalece el arraigo comunitario y disminuye la migración hacia zonas urbanas o al extranjero.
Para fortalecer la cadena productiva del café, es fundamental el apoyo financiero y tecnológico. Instituciones como FIRA promueven el financiamiento con créditos para la actividad primaria, el acopio y la comercialización, con el objetivo de incrementar la productividad. Asimismo, canalizan apoyos en capacitación, certificación y asistencia técnica para asegurar una producción de calidad, manteniendo certificaciones orgánicas y de comercio justo que facilitan la participación en mercados de exportación como Estados Unidos, Europa y Asia, donde se obtienen precios superiores en más de 50 dólares por quintal respecto al precio en la Bolsa de Valores de Chicago.
En 2023, FIRA canalizó créditos por 143 millones de pesos, beneficiando a 2,950 productores en Chiapas, incluyendo 14 organizaciones sociales lideradas por jóvenes y 4 empresas administradas por mujeres. Para 2024, se proyecta atender a 8 nuevas organizaciones juveniles, promoviendo el relevo generacional mediante recursos financieros y apoyos tecnológicos, con el fin de incrementar la productividad y mejorar las condiciones de vida de los productores de café en Chiapas.
El relevo generacional en el sector cafetalero mexicano es esencial para enfrentar los desafíos actuales y futuros. La incorporación de jóvenes productores, junto con el apoyo financiero y tecnológico, permitirá fortalecer la cadena productiva, mejorar la calidad del café y acceder a mercados más competitivos, asegurando la sostenibilidad económica y social de las comunidades cafetaleras en México.
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